“Lo ha petado otra vez”. Así habla el entorno de la marquesa de Griñón, a la que la presión mediática ha vuelto a pasar factura. Tamara Falcó se siente sobrepasada por el interés que ha suscitado su nueva amistad especial con Hugo Arévalo y ha cerrado filas. “Ella está mal, porque esto es algo que podía germinar pero que con este interés mediático mucho van a tener que aguantar”.
Según Beatriz Cortázar, la marquesa ha vuelto a refugiarse en su familia y ha desconectado del ‘mundo’ para encontrar la paz que tanto necesita después de estos meses tan caóticos. “Sigue intentado desconectar de todo, no quiere volver a decir nada, ni desmentir ni confirmar”. Su incipiente romance con el cofundador de Tuenti le devolvió la ilusión, pero las imágenes del chico en estado ebrio y besándose con otra cuando ya trataba de conquistarla a ella la han hundido por completo, hasta el punto de que Tamara está recibiendo ayuda psicológica. “Lo ha petado”, ha dicho Cortázar.
Con todo, la hija de Isabel Preysler ha cambiado de opinión con respecto a las vacaciones navideñas. Había invitado a Hugo a pasar juntos la Nochevieja pero ha reculado y el último día del año estarán cada uno por su lado. Él, por su parte, quiere recuperar a la marquesa y ha empezado demostrando que puede manejar a la prensa y controlar el estrés cambiando su estrategia con los medios de comunicación: si hace unos días huía de ellos a lo Forest Gump, con gorra y mascarilla para ocultar su rostro, este domingo saludó a todos los fotógrafos que lo esperaban y hasta les felicitó la Navidad.