Tamara Falcó ha mostrado este jueves en directo su anillo de compromiso. La marquesa de Griñón, que este miércoles se probó su vestido de novia, ha hablado de la ilusión que tienen tanto ella como Íñigo Onieva a cinco meses del gran día. Salvo otro ‘contratiempo’ como el famoso beso de Nevada, se darán el ‘sí, quiero’ el próximo 8 de julio.
«Me despierto pensando en la boda y me acuesto pensando en la boda. Íñigo también, está muy involucrado», ha explicado la hija de Isabel Preysler en El Hormiguero. La hermana de Enrique Iglesias no cabe en sí de gozo. Orgullosa, ha mostrado el anillo de compromiso a cámara.
Tamara vestirá de Sophie et Voilà. Ya se ha probado el vestido y está contenta con el resultado. La firma se ha inspirado en un diseño que ella misma fichó hace unos años, cuando Onieva todavía no había llegado a su vida pero ella ya soñaba con su príncipe perfecto. «Ayer fui a probarme el vestido. Mejor de lo que imaginaba. Es muy difícil, no todo el mundo lo va a entender. Es un vestido que a mí me encanta», ha asegurado.
En este sentido, ha explicado que su madre y su hermana Ana Boyer no estaban muy conformes con su elección: «Mi madre y mi hermana no lo han entendido. Hace años, yo vi ese vestido, la inspiración, y le dije a Ana: ‘Te tienes que casar con este’. Y me dijo que no».
El vestido tenía otra destinataria: «Se lo enseñé a la firma y me dijeron que les encantaba como inspiración (…) El boceto me lo hicieron en vivo y en directo y sobre una tela de saco lo diseñan». El resultado, para ella, es excelente: «Lo han mejorado. No me lo podía creer».
Sobre el día de la boda, está dedicando la mayor parte de su tiempo a la organización. Todo lo mejor para sus invitados: «Cuesta pasta, sí, pero yo creo que va a valer la pena», ha sentenciado.