En pleno tsunami mediático por su fallido compromiso con Íñigo Onieva, Tamara Falcó generó una oleada de críticas por unas desafortunadas declaraciones sobre la sexualidad que dio durante un evento en México.
“Ahora estamos viviendo un momento muy complicado para la humanidad, hay tantos tipos distintos de sexualidades, hay tantos sitios distintos donde puedes ejercer el mal, que creo que en otras generaciones no era tan evidente y no estaba tan bien visto”, dijo la marquesa.
Tras el comentado revuelo, la hija de Carlos Falcó e Isabel Preysler se justificó: “Desde hace días se me ha acusado de ser homófoba. Nada más lejos de la realidad. La palabra ‘desviaciones’ hacía referencia a comportamientos que mi ex tenía y que no estaban alineados con mi forma de entender la vida en pareja. Aunque no fuera mi intención, pido perdón a cualquier colectivo que se haya visto atacado por mis declaraciones. Jamás desearía el mal a nadie y menos aún incitaría al odio”.
No obstante, sus disculpas parecen no haber sido suficientes para Susanna Griso, que este viernes abordó el tema en Espejo Público. “En el entorno del Yunque (sociedad ultracatólica) no creo que se hubiese atrevido a hacer ese alegato”, dijo la presentadora.
“No basta con decir no soy homófoba, tienes el espacio para hacer un alegato a favor de esa diversidad sexual y no aprovechas la oportunidad”, criticó Sonia Ferrer. “Cuando habla del mal se refería a Iñigo Onieva al que ahora ya no cita… sí lo hacía los primeros días. La psicóloga Lara Ferreiro nos dijo que cuando deje de citarlo es que está en la fase de la ira. Ya está en la ira”, apuntó Griso, que terminó reafirmándose en su postura: “mi posición ya la dije: si Tamara se sintió molesta y hay un código que él se saltó, me parece bien que tome la decisión de romper. Pero a partir de ahí convertir a Iñigo en el villano nacional, me parece una exageración”.