“Mientras todas estas irregularidades se están cometiendo en el Museo, lo único que sé es que de cara al público la culpable soy yo”. Rocío Carrasco ha documentado en el episodio trece de ‘En el nombre de Rocío’ todo lo relacionado con el Museo de Rocío Jurado que se acaba de inaugurar este mismo verano en Chipiona. Un proyecto que se ha ido dilatando en el tiempo y que en ningún momento esto fue por decisión ni empeño de Rocío Carrasco. “Siempre he querido que se abriese”, asegura la heredera de Rocío Jurado. La hija de la cantante ha desvelado, además, la reacción de Rosa Benito cuando se enteró que Amador Mohedano ya no iba a estar pendiente de nada del Museo. La hoy colaboradora llamó desesperada a Rocío Carrasco…
Después de que se hiciesen públicas las fiestas que Amador Mohedano celebraba en las instalaciones del Museo de Rocío Jurado antes de que este estuviese si quiera abierto al público -reconocidas por la propia Rosa Benito en las tardes de ‘Sálvame’-, el ayuntamiento de Chipiona decidió prescindir de los servicios que el hermano de Rocío Jurado había prestado hasta el momento. Amador cerraba etapa y, claro, a sus pies se abría un vacío que no sabía todavía como iba a llenar.
“Yo no le puedo decir al alcalde nada, tú haz lo que tengas que hacer y me dijo, Rocío le voy a decir que no vuelva”, afirma Rocío Carrasco después de narrar las fiestas que Amador habría dado en la sede del museo. “Cuando a Amador le echan del museo, Rosa me llama desesperadamente”, explica la hija de Rocío Jurado. “Que por favor que yo tengo que hacer que Amador este en el museo y así ella se garantice que Amador se quede en Chipiona porque Rosa no quería ni muerta que Amador volviese a Madrid”.
“Ella tenía los conflictos que tenía”, apunta Rocío Carrasco. Es el momento en que la relación de Rosa y Amador estalla por los aires y esta no querría, al parecer, que Amador regresase a Madrid para estar juntos. “Rosa no me puede hacer responsable de que haya echado a Amador, ni de que yo soy responsable de que Amador volviese a Madrid y le diese por saco a ella”, zanja Rocío Carrasco con tenacidad.
Rocío Carrasco ha evidenciado en el último episodio hasta la fecha de su documental como tanto sus tíos Amador y Gloria como Ortega Cano presionaban a los diversos equipos de gobierno del Ayuntamiento de Chipiona para poner en marcha el Museo sin tener en cuenta las irregularidades que allí se estaban cometiendo. “Yo no iba a vincular el nombre de Rocío Jurado con absolutamente nada que no estuviese dentro de la legalidad”, explica Rocío Carrasco. De ahí que hasta que no se hubiese auditado e investigado todo bien, la heredera de la cantante no tenía intención alguna de firmar un convenio de colaboración.
Es ahora, cuando ya todo ha estado sobre la mesa, inventariado y debidamente gestionado cuando Rocío no ha tenido problema a la hora de abrir un museo que era el sueño de su madre y, evidentemente, también el de ella.