De la cabeza a los pies. Para Rocío Carrasco (45 años) a su marido Fidel Albiac (49 años) no le falta nada. Tiene absolutamente todo lo que le gusta. La suya es una relación de amor desde que empezaran a salir en 1999. También de rendido deseo, como se desprende de sus sugerentes palabras. “A mí me encanta él todo entero”, les confiesa a sus amigas Nagore Robles (39 años) y Alba Carrillo (36 años). La hija de Rocío Jurado ha visitado ‘Nos hemos liado’, el podcast de las colaboradoras de Telecinco, y muy natural ha contado detalles aún desconocidos de su matrimonio con el productor teatral.
Rocío Carrasco habla como nunca de su marido, Fidel Albiac
Uno de los temas que han salido a la palestra ha sido el evidente cambio físico que ha experimentado Fidel Albiac a lo largo de estos años. “Tu marido ahora está buenísimo”, le soltaba Nagore mientras devoraba un delicioso pincho de tortilla. ¿Y qué va a decir Rocío Carrasco, que ha dicho por activa y por pasiva que está enamorada “hasta las trancas” de él?
Lo cierto es que su transformación salta a la vista y poco queda de aquel chico que llegó a su vida en el momento que más lo necesitaba, salvo esa mirada de respeto y amor incondicional que le han convertido en un pilar fundamental en la pesadilla que ha vivido durante décadas de guerra contra su exmarido Antonio David Flores y de doloroso distanciamiento con sus hijos.
Rocío Carrasco es una mujer que sabe expresar perfectamente las ideas con imágenes poderosas, cargadas de sensaciones. Tiene un lenguaje muy sensual y no es de extrañar la deliciosa comparación que ha usado para definir el gran momento personal que vive también Fidel. Un estado de equilibrio que también se manifiesta a través de su exterior.
Sobre su cambio físico: “Mi marido es como el vino”
“Mi marido es como el vino, según va pasando el tiempo más bueno está el vino”, respondía a Nagore y a Alba. “Es como el vino, va a mejor siempre”, subrayaba.
Robles, que no se calla una, comentaba que si bien su marido está en un momento inmejorable, no siempre ha sido así. La expareja de Sandra Barneda estaba haciendo referencia a épocas en las que ya fuera porque aún estaba encontrando un estilo con el que se sintiera cómodo, como por circunstancias personales, Albiac no siempre ha cuidado su exterior. “Todos tenemos un pasado”, reconocía con mucha gracia Carrasco.
Alba Carrillo le ha echado un capote a Rocío y a Fidel, recogiendo que los durísimos momentos que han vivido en todos estos años, también hacen mella en el exterior. “Es que según está tu cabecita… si hay alguien que te está pisando la cabeza…”, decía la copresentadora de ‘Nos hemos liado’. “Según está tu exterior, claro, que me lo digan a mí”, le daba la razón la hija de la más grande.
La guerra contra Antonio David Flores les hizo mella
Y es que, tal como ha contado en las docuseries ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ y ‘En el nombre de Rocío’, Fidel ha estado a su lado sufriendo ataques sistemáticos por parte de su exmarido y de su familia mediática, haciendo mella en su equilibrio personal a todos los niveles. “Es que cuando uno está triste, está como dejado, que yo a veces te he visto”, apuntaba Alba, “y he dicho: “¡Jo, qué bajón!“.
Rocío Carrasco y Fidel Albiac se conocieron en 1999. Su relación fue muy cuestionada por la familia de la hija de Rocío Jurado, siendo la artista la que más apostó por la felicidad que trajo Fidel a la vida de su primogénita. Tal como ella misma ha contado, su pareja se ganó el cariño de la familia con su buen talante, su discreción y gestos tan valiosos como el apoyo que demostró a su suegra cuando fue diagnosticada de cáncer.
Fidel ha sido el pilar más importante para Rocío. Juntos han pasado toda clase de vicisitudes apoyándose en la adversidad. La pareja se dio el ‘sí, quiero’ en una romántica e íntima boda celebrada el 7 de septiembre de 2016 en la finca Valdepalacios (Toledo). Un enlace al que no faltaron su segunda madre, María Teresa Campos, sus ‘hermanas’, Terelu Campos y Carmen Borrego, así como Alba Carrillo, Carlota Corredera y Paulina Rubio.
