Falta poco más de un mes para que ‘Sálvame’ cierre sus puertas tras más de catorce años de emisión. El próximo viernes 23 de junio el programa de Telecinco dirá el adiós definitivo a la audiencia, coincidiendo con el segundo aniversario de la muerte de Mila Ximénez.
A pesar de que en los últimos días ya se ha comentado que ‘La Fábrica de la Tele’, productora del programa, prepara un formato similar al de ‘Sálvame’ dentro de Mediaset, una noticia que se ha visto reflejada en las caras de felicidad que lucen los colaboradores en los últimos días, lo cierto es que son muchos los interrogantes que surgen sobre el futuro de las caras más conocidas del formato.
Lydia Lozano es, para muchos, la “gran perjudicada” de la cancelación de este mítico programa. Cabe destacar que la periodista, que ha trabajado inicios como colaboradora desde los inicios, acude una media de cuatro (o incluso cinco, con el ‘Deluxe) veces por semana a ‘Sálvame’, siendo, junto a Kiko Matamoros, el rostro que más pisa el plató de Telecinco. Su naturalidad, espontaneidad y el siempre jugar a favor de obra ha provocado que se haya convertido en uno de los personajes más queridos por la audiencia.
Es precisamente por este último motivo por el que el propio programa le ha puesto a prueba en numerosas ocasiones, llevando al límite a la propia Lydia hasta el punto de plantearse abandonar al no poder lidiar con la situación que se le venía encima.
Pero lo cierto es que, pese a todo, Lydia Lozano siempre volvía. Los que más la conocen dicen que se desvive por la televisión, incluso comentan que “tiene adicción a los focos” y que, cuando no se la convoca para algún programa, lo pasa mal. Es por eso que con la cancelación de ‘Sálvame’, y a pesar de que un nuevo formato pueda darle trabajo, ella sería una de las grandes perjudicadas a nivel emocional.
