De vuelta en Madrid, tras su escapada taurina a una plaza francesa, José Ortega Cano sigue con sus desencuentros toros con los periodistas que le preguntan por el estado actual de su matrimonio con Ana María Aldón. A pesar de su actitud beligerante, reconoce que está “enamoradísimo de mi mujer”, pero calla que también está preocupadísimo por la situación que se vive en el interior de su casa.
Ana María también quiere a su marido, pero espera todavía que le dé el lugar que se merece dentro de la familia. Porque el veterano ex torero parece no darse cuenta de que Ana necesita mayores afectos y ocupar el sitio que le corresponde en el ámbito más íntimo.
La diseñadora no se encuentra bien, por eso asiste a la consulta de un especialista que intenta ayudarla a superar sus miedos internos. De todas formas, Ortega le habría pedido a la madre de su hijo pequeño que deje de colaborar en televisión, cosa que, de momento, parece hacerse realidad porque el programa en el que trabaja, “Viva la vida”, se despedirá de la parrilla de Telecinco a finales de este mes de julio.
No sabemos si tiene alguna oferta sobre la mesa para regresar a la tele después del verano, pero, tal y como están las cosas, debe plantearse lo que más le conviene por el bien de su matrimonio.
