Feliz, enamorada, “con mariposas” en el estomágo, “como una adolescente”… Olga Moreno hace un despliegue de sentimientos 360 al hablar de su amor por Agustín Etienne en su entrevista en Semana. Sin embargo, entra en dos contradicciones en su relato sobre cómo surgió la chispa entre ellos. Algo no cuadra.
Vaya por delante que contábamos, en julio, en este digital que la ex de Antonio David estaba saliendo con su representante: “Olga Moreno se entretiene con Etienne”, titulábamos. Una noticia que ella negó, días después, en Hola.
Dice Olga en su entrevista en la revista: “La verdad es que yo desde hace algunos meses le tiraba los tejos… Pasábamos más tiempo juntos y yo todo el tiempo le tiraba los tejos, pero él solo se reía”. Un poco más tarde reconoce la ex de Antonio David: “Nunca lo había visto con otros ojos hasta hace prácticamente unas semanas.” En qué quedamos, ¿le tiraba los tejos o no? Y si lo hacía, ¿se los tiraba desde hace unos meses o desde hace unas semanas?
Hay otras contradicciones de su historia, pero que se ajustan a los tiempos del amor, al cómo evolucionan los sentimientos y a eso de estar conociéndose mutuamente, como cuando ella le decía a Agustín: “Algún día terminaríamos juntos…” Para después revelar lo contrario: “Yo jamás en mi vida me podía imaginar que iba a acabar con Agustín y él tampoco”.
En la entrevista, el perfil que la sevillana hace de su representante y nuevo amor es altísimo: “Un tío excelente, maravilloso, atento, educado, viste muy bien y siempre huele de maravilla. Es lo que toda mujer espera. Y me hace muy feliz”, zanja.