Menuda campanada tenían guarda Tamara Falcó e Íñigo Onieva para arrancar 2023. La pareja ha decidido darse una segunda oportunidad después de alrededor de tres meses de paréntesis. La marquesa de Griñón ponía punto y final de manera fulminante a su compromiso nupcial y a su noviazgo después de salir a la luz las infidelidades de él. Desde el primer momento, ella se ha refugiado en su entorno íntimo, especialmente en su madre, Isabel Preysler (71 años), y su hermana Ana Boyer. La opinión del entorno cercano de la pareja ha suscitado mucho interés y no ha tardado en llegar.
Nada más confirmada la noticia por la propia marquesa, conocíamos el “estupor” con el que había sido recibida por familiares y amigos. Ahora, ha trascendido cuál ha sido la frase exacta con la que Isabel Preysler ha lanzado una advertencia velada a su ‘yerno’. Porque la expareja de Mario Vargas Llosa no olvida ni perdona haber visto sufrir a su hija por el agravio de hacerse públicos unos ‘cuernos’, que siempre duelen.
“Espero que Íñigo no se vuelva a equivocar”, han sido las siete palabras que ha necesitado la madre de Tamara Falcó para dejar las cosas claras al joven empresario y las hemos conocido por Isabel Rábago. Cabe señalar lo mucho que se especuló sobre el determinante papel que ha jugado la ‘socialité’ en esta relación y en la ruptura de septiembre. Incluso su hija bromeó sobre ello. Sin embargo, Tamara y el resto de la familia cerraron filas y dejaron claro que la madre de la marquesa ha sido un pilar fundamental durante el lapso de tiempo que ha durado la ruptura con Onieva.
Quienes también han reaccionado han sido las amigas que se volcaron en arropar y apoyar a Tamara Falcó y rompieron todo contacto con Íñigo Onieva. Desde ‘Ya es mediodía’ se ha podido saber que están “molestas” por la situación incómoda que su reconciliación ha generado y por haber quedado en evidencia. En cuanto a la familia del ingeniero, han decidido refugiarse en el silencio.
Los últimos movimientos de la pareja apuntaban a un acercamiento entre Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (33 años) y, finalmente, se ha hecho realidad. Tres meses después de su mediática ruptura por un polémico vídeo en el que el empresario aparecía besándose con otra mujer, la pareja ha decidido dejar atrás el pasado y dar una segunda oportunidad a su amor.
Ha sido como un “milagro navideño”, así lo definen desde la revista ¡Hola!. Según la publicación, fue la marquesa de Griñón quien después de un intercambio de mensajes le propuso asistir a la Misa del Gallo el pasado 24 de diciembre. Y parece que fue ese encuentro el que les llevó a retomar el contacto de una forma más habitual hasta el punto que han decidido apostar por su relación.
La felicidad de Tamara e Íñigo contrarresta con la reacción que ha tenido el círculo más íntimo de la marquesa de Griñón. “Lo único que quiero es que Tamara sea feliz”, reconocía Ana Boyer solo unas semanas después de la ruptura. Quien no sería tan políticamente correcta sería Isabel Preysler. Aunque su ruptura con Mario Vargas Llosa ocupa su mente en estos momentos, la socialité se encuentra “estupefacta” con la noticia, así lo confirmaba la periodista Pilar Vidal en ‘Sálvame’. No es ningún secreto que Isabel no veía con buenos ojos a Íñigo, pero parece que su hija no ha escuchado con consejos de su madre. “Mi hermana se merece un hombre que no sea tan descarado”, exponía Julio José. ¿Cómo se enfrentará al empresario en su próximo reencuentro?
El grupo de amigos de Tamara tampoco querían que retomase su relación con Íñigo, pero apoyan la decisión de la marquesa de Griñón si eso es lo que quiere. Lo que todavía está en el aire es si la fecha de la boda, prevista para el próximo 17 de junio, sigue en pie o prefieren dejar pasar un poco más el tiempo hasta estar seguros de que su decisión es la correcta.