Hace ya ocho meses que el pequeño Hugo llegó a la vida de Jesulín de Ubrique y María José Campanario colmando de alegría y felicidad al matrimonio y a sus otros dos hijos, Juls Janeiro, que vive lejos de sus padres, con su novio, en Madrid, y Jesús Alejandro, centrado en sus estudios de la ESO.
A sus 43 años, la odontóloga está en un momento de calma y pausa, centrada en su marido y en el nuevo niño de sus ojos. Tiene intenciones de seguir trabajando, aunque por el momento prefiere esperar un tiempo más: “Ella está muy feliz con su niño, allí en Arcos, haciendo una vida muy tranquilita y sin hacer nada especial”, explica la periodista Carmen Pardo en Pronto este lunes.
“Me ha dicho que su prioridad en estos momentos es cuidar a su bebé. No trabaja, pero sí lo hará más adelante, buscando un empleo de lo suyo en una clínica cercana a su casa. Se acabaron las aventuras profesionales lejanas”, añade. Por tanto, la prioridad de María José es estar cerca de las personas que más quiere en este mundo: “No está dispuesta a seguir viajando, no quiere separarse largas temporadas de su familia”.
Además, según la periodista, la mujer del diestro se siente mejor que nunca dentro de la familia Janeiro: “La relación de María José con los hermanos y la madre de su marido es ahora buena. Todo estupendo. Os puedo asegurar que reina la armonía en la familia Janeiro Campanario a todos los nieves”.
Al mismo tiempo, Jesulín y María José, recuperada del percance de salud que sufrió hace unos meses, se encuentran en un momento de lo más hermético, incluso en su refugio de Arcos de la Frontera: “Hacen una vida muy familiar y tranquila. Salen poco y no se relacionan prácticamente con sus vecinos. Quieren llevar una vida de lo más discreta”.
Jesulín, por su parte, “sigue con su gasolinera, con la explotación de su finca y con la idea de convertir Ambiciones en un lugar de organización de eventos”.