Rocío Carrasco no se libró del juicio por el supuesto impago de la pensión de su hijo, David Flores, y tiene por delante una sesión en la que la justicia decidirá si finalmente ha cometido un delito por “abandono de familia” o no.
Hay que recordar que la fiscalía, Antonio David Flores y el joven David reclaman para ella una condena de un año de cárcel y una multa de entre 15.000 y 19.000 euros por no pagar desde febrero de 2018 la pensión mensual de 200 euros del joven. El equipo legal de Rociito, que se enfrenta a un 2023 crucial a nivel judicial, mantiene su inocencia y añade varios argumentos con el fin de que quede absuelta.
Primero, solicita que se presente en los tribunales la documentación relativa a la pensión de incapacidad que recibe su hijo. En este sentido, también requiere el número de cuenta donde está cantidad se ingresa. Con estos documentos, la hija de La más grande pretende “demostrar que su hijo tiene recursos económicos para vivir y que, por tanto, Rocío Carrasco no ha cometido ningún delito de abandono, no ha abandonado a su hijo”, tal y como detalla el escrito de defensa al que ha tenido acceso El Periódico de España. La pensión de David, que sufre una enfermedad genética y sigue viviendo con Olga Moreno, rondaría los 400 euros.
Por otro lado y no menos importante, Rociito recuerda que su ex marido todavía mantiene una deuda con ella. Precisamente, por el impago de su correspondiente pensión (559,83 euros) cuando sus dos hijos vivían con Rocío y Fidel Albiac. Antonio David, por este asunto, recibió una condena de 60.000 euros, fue condenado por un delito de insolvencia punible y tiene por delante un juicio en el que se podría enfrentar hasta a cuatro años entre rejas. Por este motivo, la hija de Pedro Carrasco piensa que una deuda por otra.
Por último, Carrasco pide que declaren en este juicio como testigos el propio David, Antonio David Flores, Olga Moreno y su otra hija, Rocío Flores. Entre todos ellos también pide la declaración de su marido, Fidel Albiac.
Rocío Flores dejó de vivir con su madre en 2012, cuando todavía era menor de edad, a raíz de la pelea por la que la joven fue condenada por “maltrato habitual, amenazas e injurias” hacia su progenitora. El joven David, por su parte, se mudó con su padre y su hermana tras cumplir la mayoría de edad en 2016. La tensión entre ambas partes se recrudeció, todavía más si cabe, a raíz del documental en el que Rocío Carrasco acusa a Antonio David de presuntos malostratos y de manipular a sus hijos para ponerles en su contra.