A sus 47 años espléndidos años, esta bellísima barcelonesa, nacida mes y medio antes de que muriera Franco, ha tenido los bemoles de aceptar el reto que le ha propuesto Mediaset y este lunes sustituye a Sálvame en Telecinco con Así es la vida, un magacín de tarde destinado a cubrir esa franja previsiblemente hasta la llegada triunfal de Ana Rosa Quintana hacia finales de Septiembre.
Sandra Barneda por tanto asume con admirable valentía el relevo de Jorge Javier Vázquez (fuera de pantalla hace semanas), María Patiño, Terelu Campos y el resto de los frikis que durante los últimos 14 años han corrompido los cerebros con miles de horas de entretenimiento, gritos, sonrisas y lágrimas y desde luego con gran eficacia de cara a la audiencia.
Sálvame dejó el listón del share de su último capítulo por encima del 15% y eso a pesar del arrastre de la telenovela Mía es la venganza y de ampliar su duración hasta las 9 de la noche, cuando entre emociones y hogueras de San Juan La Fábrica de la tele llevó a negro su bandera de colores.
El reto de la escritora en las tardes de verano tras su paso por La Isla de las Tentaciones es retener la mayor cantidad de audiencia, tarea que a los más escépticos se les antoja complicada. Barneda es una buena profesional, licenciada en Periodismo y con estudios de Teatro, pero por mucho que lo disimule detesta el cotilleo. Ella puede echarle oficio y poner cara de que está encantada con lo que hace pero en realidad, como actriz que es, interpreta un papel, como hizo en Al salir de Clase o Compañeros hace ya algunos años. Otra cosa es que el fabuloso sueldo que percibe por capitanear un espacio dedicado a esa crónica rosa que desprecia compense frustraciones y le permita retirarse para hacer lo que le gusta, como por ejemplo escribir, cosa que hace muy bien tal y como hemos podido comprobar.
Sandra Barneda es versátil. Puede presentar realities, deportes, tertulias o lo que sea si está bien pagado. Hace ya décadas que empezó a ganarse la vida en la radio de su ciudad, Radio Sant Cugat, y de ahí saltó a otras emisoras como Radio Nacional, Flash FM, COM Ràdio o Catalunya Ràdio. En televisión no es precisamente una recién llegada: se hizo muy famosa por De buena ley, pero ha pasado por La Noria, Secretos y mentiras, El gran debate, y otro espacio como el que ahora asume, que se tituló El programa del verano. También estuvo en Hable con ellas, Un tiempo nuevo, El debate de Supervivientes, el de Gran Hermano y otras versiones, y ha sido sustituta le lujo, como cuando ocupó la silla de Emma García en Viva la vida.
300.000 euros por un verano de cotilleo y sacrificio bien pagado
Sandra Barneda no lo dice, pero en su fuero interno desprecia ese mundo de naderías e intromisiones en las vidas de los famosos, y lo que quiere es el dinero que pagan para tener tiempo libre, y así escribir y vivir su vida. Tanto sacrificio personal tiene premio: Sandra arrastra su soberbia dignidad de estrella literaria por los platós a cambio de una cuenta bancaria muy saneada. De la literatura no se vive, ni siquiera una escritora premiada y súper ventas como ella. Pero por presentar La Isla de las Tentaciones, su último trabajo, dicen que cobraba más de 10.000 euros por programa, debates aparte. Por su magnífica novela, Un océano sin ti, que fue finalista del Premio Planeta, recibió 150.000 euros de premio, pero necesita mucho tiempo para escribir y el éxito no está garantizado, aunque sus otros libros tampoco han funcionado nada mal.
A Sandra Barneda le gusta escribir pero también el dinero (¿a quién no le gusta el dinero?), que invierte lo mejor que puede y gasta en viajar, en atender animales y en comer y beber bien, además de en buenos pisos, como el que ocupa en el centro de Madrid. La empresa que compartía con su ex, Nagore Robles, está dedicada a la administración hotelera y se llama Besana Global S.L. Además, tiene otra empresa, Tekimura Producciones, constituida en 2009 y con doble actividad: la producción audiovisual para las empresas y la compraventa y explotación de bienes inmuebles. En el último ejercicio publicado (2018) registró unos beneficios de 24.000 euros tras haber facturado más de 180.000.
Pero con este trabajo de verano va a sumar mucho más tanto si triunfa como si se estrella: fuentes de Cuarzo, la productora del magacín, cifran en torno a 25.000 euros semanales el caché de Barneda «sin contar publicidades», nos advierten. El sueldazo, convenido con Mediaset, podría llevar a la conductora del vespertino a embolsarse la nada despreciable cifra de 300.000 euros si, como está previsto, permanece en su puesto hasta la penúltima semana de septiembre.
Expertos consultados sitúan las expectativas de audiencia entre un punto y un punto y medio por debajo de la media de Sálvame, o sea, por encima del 10%, mientras que los más agoreros pronostican «un batacazo» que podría hundir la franja hacia cifras cercanas al 8%. «Por debajo de ese dato sería insostenible el programa», nos comenta un ex directivo de Paolo Vasile. Recordemos que el último Sálvame, como apuntábamos más arriba, marcó un share por encima del 15% el viernes que se despidió. En una semana volvemos a comentar.