Jesulín de Ubrique vivía uno de sus días más especiales este martes, cuando cumplía 50 años, gracias a las emotivas felicitaciones que recibía tanto públicamente como en privado. María José Campanario quiso dedicarle unas bonitas palabras. «Felicidades por esta nueva vuelta al Sol al alma más pura que pueda existir; al del corazón más gigante; al que trabaja sin descanso,; al que me protege hasta del aire que pueda rozarme…», escribía Campanario, y añadía: «al que se despierta de noche para volver a poner su mano en mi pecho y decirme “es que necesito saber que estás ahí». Felices 50, “minino”, mi niño, mi amor. No cambiaría ni uno solo de mis días a tu lado». Un mensaje que emocionaba al torero, pero no era el único.
Su hija, Julia Janeiro, no ha dudado en felicitar a su padre también públicamente: «Feliz vuelta al sol al hombre de mi vida, al que me vio nacer y a la persona que lo da todo por nosotros y que siempre está con una sonrisa. Gracias por dar todo por mí y por mis hermanos y gracias por ser el mejor padre que pude tener». Unas palabas que han calado muy hondo, sobre todo en la madre de precisamente su hermana Andrea, Belén Esteban.
Belén Esteban no ha tardado en responder… aunque no lo ha hecho de forma directa. La colaboradora de televisión ha compartido en su perfil social de Instagram una imagen de su hija, cuando era pequeña, donde ha escrito: «Mi vida», junto a una canción de Marc Anthony con mucho significado. «Desde el día en que te conocí, me enamoré de ti (…)», se escucha de fondo junto a la foto. Una publicación que se ha convertido en toda una respuesta indirecta a las palabras de Julia.
La colaboradora se ha mostrado muy escueta pero contundente con su ‘respuesta’ a eso de «gracias por dar todo por mí y por mis hermanos», y es que no acostumbra a publicar imágenes como esta junto a su hija… ¿Casualidad que haya coincidido con el cumpleaños de Jesús? Desde luego huele a dardo envenenado. Lo que está claro es que Belén echa de menos a su pequeña y ha aprovechado este día para recordárselo.
La relación entre Andrea y Julia es, muy contrario a lo que viven sus padres, muy buena y estrecha. Las hermanas retomaron el contacto hace un par de años y demostraron a los adultos que las cosas podían hacerse por las buenas: «Lo que no conseguimos nosotros, lo han hecho ellas», confesaba Belén.