Tamara Falcó puso tierra de por medio y se marchó a México huyendo de la tormenta mediática que ha ocasionado su engagement y su ‘no boda’ con Íñigo Onieva. Un compromiso de agenda, pero que le vino de perlas. La marquesa asistió al Congreso Mundial de las Familias y allí coincidió con su amigo, el actor mexicano de telenovelas Eduardo Verástegui, de 48 años.
En el congreso Tamara dio una charla, que tuvo lugar el sábado 1 de octubre. La sonrisa de la marquesa de Griñón junto a Verástegui lo dice todo. Es el amigo de la marquesa del que todo el mundo habla.
Como Tamara, el intérprete abraza la fe cristiana, el celibato y es muy devoto. Tal y como la hija de Isabel expuso en sus jornadas de la familia, busca un hombre que comparta “mis mismos valores” y que “me respete”.
Además, para decir adiós a las emociones negativas, Tamara ha reconocido que no guarda rencor a su ex prometido: “Yo no siento odio hacia él ni aberración, me da pena, me da pena”.