Le señalan como un ser capaz de todo para salirse con la suya. Dicen que Fidel Albiac tiene dominada a Rocío Carrasco, que habla por su boca, que es capaz de amedrentar a los periodistas no afines a golpe de amenaza telefónica.
Acusaciones veladas, y no tanto, que suenan poco convincentes, incluso a burla, pronunciadas por quien no conoce al personaje ni ha vivido ninguno de los argumentos que intenta sostener por exceso de vanidad.
El marido de la hija de la Jurado está acostumbrado a convivir con esas sombras, corregidas y aumentadas con el paso de los años, pero ha llegado a su tope. 20minutos ha podido saber que Fidel prepara la interposición de demandas para que demuestren en los juzgados aquello que ventilan alegremente en los platós de televisión.
Albiac no es un alma cándida ni porta un hisopo con agua bendita, pero su comportamiento dista poco o nada al de otros personajes con los que la prensa cohabita en esta famosfera irritante. Todos, en mayor o menor medida, tensan la cuerda y piden clemencia cuando las informaciones no son agradables o resaltan sus bondades.
Es cierto que el abogado tiene carácter y ha movido teléfonos para pedir explicaciones, pero los hay muy famosos y con mucho renombre que han ejecutado vetos y hasta elaborado listas negras en las que sigue habiendo compañeros con nombres y apellidos.
