La fidelidad de Íñigo Onieva a Tamara Falcó vuelve a estar en duda después de que saliera a la luz el «tonteo» que habría tenido el empresario con Katerina Safarova, una joven que se ha hecho famosa por participar en realitys como La isla de las tentaciones o, el más reciente, Supervivientes 2023.
Lejos de desmentirlo, el prometido de la hija de Isabel Preysler se ha limitado a poner cara de desconcierto cuando los reporteros que le abordaban este sábado a las puertas de su casa le han preguntado por este supuesto desliz. «No hablo de nada», respondió a los micrófonos de Europa Press.
Pero Íñigo sí habló, sobre otras cuestiones. Admitió que tiene «muchos nervios» por la cuenta atrás para su enlace con la marquesa de griñón y que ambos están «muy contentos y todo fenomenal». Si todo va como lo planeado, Onieva y Tamara se darán el ‘sí, quiero’ el próximo 8 de julio en el palacio El Rincón.
Pero antes de la boda del año, el próximo 22 de abril celebrarán la pedida de mano oficial en Villa Meona, la casa de la madre de la novia situada en la urbanización Puerta del Hierro de Madrid. A dicha fiesta acudirán únicamente los familiares y amigos más cercanos de Tamara e Íñigo. La celebración consiste en ofrecer una cena a la familia del novio por parte de la de la novia, e intercambiarse los típicos regalos entre los dos prometidos, que suelen ser casi siempre un reloj para él, y una joya para ella.