El hijo de Isabel Pantoja está con las emociones a flor de piel después de haber vivido lo que él mismo define como “el mayor susto” de su vida. Y no es para menos. Desde la madrugada del viernes, Kiko Rivera está ingresado en un hospital de Sevilla a causa de un ictus.
En estos delicados momentos, el Dj ha contado con el especial apoyo de su mujer, Irene Rosales, que solo ha salido del hospital para asegurarse de que sus pequeñas, Ana y Carlota, estén bien.
Por este motivo, Kiko ha querido agradecerle públicamente a Irene su compañía: “Buenos días. He recibido miles de mensajes más y no sabéis lo feliz que me hace, me quedo con ese cariño recibido. Pero hoy quiero agradecer a mi mujer, Irene Rosales, que no me ha dejado ni un minuto. Todavía le queda que aguantarme espero que muchos años más. Ya que el día 20 oct este que está aquí ha vuelto a nacer. La vida me ha dado una segunda oportunidad y no pienso desaprovecharla”, escribió en Instagram junto a una foto de la mano de ambos agarrándose fuerte.
Lo cierto es que, en palabras de Kiko, la sevillana se ha convertido en su pilar fundamental desde que se casaron en 2016. De hecho, fue su mujer quien le ayudó a dejar atrás las adicciones: “Salí de las drogas, sobre todo por mi mujer. Irene es de lo más importante que tengo en mi vida junto a mis hijos. Si Irene no estuviese a mi lado igual no estaría vivo”, declaró el hermano de Isa Pantoja en el programa de Calleja en 2021.
Desde este sábado, 22 de octubre, el hijo de Paquirri está en planta recuperándose y ya puede recibir visitas de todos los que le quieren. Algunos de sus amigos como Luis Rollán o Manuel Cortes Bollo se han acercado hasta el hospital para verle. Sin embargo, todavía no recibe la visita de su madre.
Trascendió que la tonadillera no tiene intención de acercarse al hospital, quizás para seguir las recomendaciones de los médicos, que aconsejaron a Kiko que no tuviera emociones fuertes en estos momentos. Madre e hijo no se ven desde hace un año, cuando el hermano de Cayetano y Fran se acercó a Cantora para acompañar a su madre en el duelo por su abuela, doña Ana.