El otoño se ha instalado con temperaturas de lo más agradables, que invitan a exprimir los últimos días de buen tiempo. Kiko Matamoros y Marta López Álamo no lo han dudado y se encuentran recorriendo alguno de los lugares más exclusivos e increíbles del Mediterráneo. Después de abandonarse al placer y al lujo en Positano, en la Costa Amalfitana (Italia), la pareja ha recalado en Mónaco, símbolo de la suntuosidad y el glamour. Vistas espectaculares del mar, acantilados escarpados, casinos de película, deportivos de edición limitada, looks de infarto en noches regadas con champán, yates inmensos… Todo esto y más es lo que ofrece la Cotê d’Azur, uno de los destinos preferidos de las fortunas más importantes del mundo, también de nombres vinculados al poder y famosos.
Es difícil resistirse a los placeres de un lugar así y menos desde el hotel de diseño que han elegido Kiko Matamoros y Marta López Álamo como su hogar durante su maravillosa escapada. El colaborador televisivo y la modelo se alojan en el Maybourne Riviera, un hotel exclusivo situado en un acantilado en Mónaco proyectado por los arquitectos André Fu y Bryan O’Sullivan. Una obra de arte al aire libre que rivaliza con la espectacularidad de la colección de museo que alberga, con piezas de la talla de Louise Bourgeois.
El Maybourne Riviera no tiene nada que envidiar al hotel Miramalfi, el alojamiento de Kiko Matamoros y Marta López Álamo en Positano, antes de recalar en Mónaco. La pareja ha hecho un tour por su amplia, luminosa habitación de diseño, una de las Suites Azur, cuyo precio por noche ronda los 1.900 euros.
El Maybourne Riviera es un establecimiento 5 estrellas de lujo ideado por los arquitectos Bryan O’Sullivan y André Fu (el spa). Cuenta con todos los detalles que tanto valora la pareja: exclusividad, diseño y belleza. El hotel está situado en un acantilado y su construcción moderna se funde con el paisaje de manera orgánica. Con un aspecto nada ampuloso, el carácter único del establecimiento queda rubricado en los servicios que ofrecen a sus clientes y en unas habitaciones de cuidada y actual decoración, donde se saca partido de materiales como la madera, el mármol y el acero. La habitación, de 90 metros cuadrados, cuenta con una cama de tamaño ‘super king’ con ropa de cama elaboradora en algodón egipcio de 500 hilos.
La habitación que ocupan Kiko y Marta es una de las suites Azur, a las que se le ha insuflado alma y carácter desde tres apasionantes ejes: la bulliciosa vida de la Riviera, el legado de Eileen Gray, la extraordinaria arquitecta que obsesionó a Le Corbusier; y el estilo exquisito de Coco Chanel. La estancia cuenta con dos amplias terrazas totalmente amuebladas (y una de ellas de 21 metros cuadrados) con vistas a la piscina y a la ciudad, e inundan las paredes de luz.
Bañera de mármol independiente, ducha efecto lluvia, lavabo de dos seños, aseo para invitados, y productos de aseo de la exclusiva firma La Saponaria. Si los mullidos sofás y butacas no son suficientes para aliviar el cansancio de un día intenso en Mónaco, un baño relajante es el remedio perfecto, sin duda.
Para no tener problema de elegir el outfit perfecto para bajar a la playa, pasear por la ciudad o convertirte en la protagonista de una noche romántica, la suite Azur cuenta con el vestidor perfecto para las maletas de Marta y Kiko. Asimismo, la estancia cuenta con un sistema de audio Bang & Olufsen, batas, pantuflas de lujo y secador de pelo supersónico Dyson.