En los últimos tiempos, y tal y como reconoce Jorge Javier Vázquez, una de las preguntas más recurrentes, que se hace la prensa especializada en televisión y que le trasladan a él mismo, es sobre el posible final de Sálvame.
La crisis de audiencia que arrastra el icónico programa del corazón de Telecinco lleva tiempo desatando rumores sobre su posible cancelación, pero lo cierto es que sigue en parrilla, ocupando varias horas de las tardes de la principal cadena de Mediaset.
Sin embargo, fiel a su estilo, el catalán ha querido ‘jugar’ a elucubrar qué haría con su vida si el final del programa que presenta cada tarde se produjera finalmente. «Creo que me gustaría pasar días en casa ordenando muebles, armarios, desprendiéndome de todas aquellas cosas que ocupan espacios innecesarios. He empezado ya con los CD –los he regalado todos– y con los DVD», escribe en su columna de Lecturas.
«Una vez ordenada la casa, ¿qué haría? Pues seguir viviendo. Sin más. A ver si os pensáis que la gente que trabajamos en la tele tenemos un chip especial en la cabeza que nos hace ver con mayor claridad nuestra existencia. Pues no», detalla al barcelonés.
Jorge también especula con una tercera opción. «Entre mis sueños más recurrentes está el de coger un billete de avión sin fecha de regreso. Viajar muy ligero de equipaje a un lugar de playa. Tener la oportunidad de moverme de un lugar a otro en autobús, en tren. No pensar. No hacer planes. No hacer nada. Pero nada de nada. Viajar solo para tener que romper mi timidez y obligarme a hablar con gente con la que a lo mejor pueda llegar a compartir una charla, un café, unas risas, unas emociones, unos recuerdos. Gente para la que no sea nada más que un hombre que viaja solo», asegura.
Del final de Sálvame y su futuro, dice concretamente: «Me preguntan por su fin cuando el programa sigue liderando las tardes. Especulan con mi futuro en la cadena cuando nadie me ha dicho que no vaya a presentar Supervivientes, sino todo lo contrario».
«Ya no me volváis a preguntar qué haré cuando acabe Sálvame. Porque es que además tengo un contrato de larga duración con la cadena y, en el peor de los casos, pues seguro que me encuentran acomodo como estatua escultural en uno de los múltiples pasillos del edificio», asegura.
Y avisa: «Teniendo en cuenta el éxito que tiene el programa, no me extrañaría nada que el día de mañana, cuando cierre Sálvame, tardemos solo un par o tres de semanas en estrenar Sálvame II. La saga continua. Con los mismos presentadores, los mismos colaboradores y algún retoque en el decorado. Es decir, siguiendo la máxima de Lampedusa: ‘que todo cambie para que todo siga igual'».
