Uno de los muchos dimes y diretes surgidos en la superboda de Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (34 años), el pasado sábado 8 de julio en El Rincón, era esa hipotética tirantez entre las dos consuegras de la boda, Isabel Preysler (72 años), madre de la novia, y Carolina Molas (53 años), madre y madrina del novio. Dicen, cuentan, que apenas se dirigieron la palabra durante la boda y que el no asistir a la fiesta preboda del hotel Ritz fue, precisamente, para no tener que coincidir. Como precedente, habría que recordar el plantón de una hora que Isabel Preysler les dio en su casa de Puerta de Hierro el día en que se iba a celebrar la petición de mano. La puntualidad no es, precisamente, una virtud que adorne a la reina del papel couché.
¿Se hablan o no se hablan Isabel y Carolina?
Ha sido el periodista Aurelio Manzano quien, en el programa ‘Fiesta’, ha contado que ha podido hablar con Isabel Preysler y le ha preguntado sobre la cuestión. ¿Se hablan o no se hablan Isabel y Carolina”. Aurelio tiene la respuesta. “Isabel vio que tratamos este tema, y me ha dicho: ‘Es como lo habéis contado, no ha existido ninguna tensión entre Carolina y yo, no ha habido rivalidad ni ha habido ninguna tensión”, ha contado Aurelio.
Hace unos días, Carolina Molas no quiso hacer declaraciones acerca de esa relación, sea la que sea, que mantiene con su consuegra. Lo cierto es que el noviazgo de Tamara e Íñigo ha pasado por tantos obstáculos que alguno de ellos –o quizá más de los deseados– no han sido del agrado de sus respectivas madres. A Isabel Preysler no le gustaba el disipado tipo de vida que llevaba Íñigo Onieva y, tras su infidelidad, llegó a advertirle a su hija: “Te lo volverá a hacer”. Algo que, sin duda, no debió gustar a Carolina Molas. Igual cuando Íñigo salió con su madre y sus hermanos defendiendo su inocencia y pidiendo que cesara el acoso a su familia. Carolina, por su hijo, ha aguantado el tipo de la manera más elegante que ha podido. No se ha escondido de la prensa, pero ha tratado de evitar ser la protagonista, algo que no siempre ha conseguido.
¿Está celosa Isabel de Carolina?
Otro detalle que se comentó acerca de esta cuestión fue el hecho de que Isabel saludó efusivamente al padre de Íñigo, que asistió a la boda tras volar desde México, país en el que reside con su segunda esposa, lo que no hizo con Carolina Molas. Hasta, en su día, se llegó a hablar de los posibles celos de Isabel por Carolina, más joven que ella y tan elegante, o más, que ella.
Aurelio también ha aclarado que lo del saludo “fue en las caballerizas donde Isabel saludó al padre de Iñigo”, información que le han proporcionado “un invitado muy conocido, del que no puedo dar el nombre”. También ha añadido que “Carolina estaba en la misma mesa que Isabel y las dos estaban frente a la mesa imperial en la que estaban los novios”, es decir, que no hubo ninguna discriminación entre las dos familias.
