El próximo 2 de junio iba a ser el día más feliz en la vida de Kiko Matamoros y su novia, Marta López Álamo, pero alguien está empeñado en evitarlo. Una persona «con mucho poder» trata de boicotear la boda del tertuliano y la modelo y ha ofrecido grandes cantidades de dinero para conseguirlo. El novio, indignado, le ha plantado cara este lunes: «No se juega con el matrimonio».
Según Sálvame, un archienemigo de Matamoros quiere impedir su boda de ensueño y ha diseñado un plan con tres frentes para conseguirlo: la iglesia, el banquete y el vestido de la novia. Esta persona habría ofrecido una generosa donación a la Basílica de San Miguel de Madrid, donde los enamorados quieren darse el «sí, quiero». Y no solo eso: también habría ofrecido el doble de lo cuesta la reserva de los salones del hotel Ritz, donde Matamoros y Marta quieren celebrar el banquete y que ya han abonado, para arrebatarles la reserva.
Por último, esta persona estaría ofreciendo dinero al atelier que está confeccionando el vestido de Marta para que filtre el diseño y estropearles así la exclusiva del día.
Kiko ha aclarado la situación este lunes y se muestra tranquilo: «Estoy haciendo los cursos prematrimoniales personalizados y no hay impedimento con la iglesia. Con los salones tengo un contrato, así que no estoy preocupado», ha dicho. Y ha enviado un recado a su archienemigo: «Tontito, tienes que coger el salón y los jardines, que también los tengo reservados».
Eso sí, está muy enfadado: «No se puede jugar con estas cosas, el matrimonio es un sacramento y hay que respetarlo. No se juega con la iglesia y con las creencias, que están protegidas en la Constitución. Creo en el amor y hay muchas formas de amar y desde ese convencimiento me caso por la iglesia, nunca antes lo había hecho», ha dicho ante las pullas de sus compañeras, que le recordaban el paripé que montó con Makoke.