La marquesa de Griñón y su prometido no van a ser padres de momento. Puestos en contacto con Íñigo Onieva, el prometido de Tamara Falcó nos desmiente el rumor que ha corrido como la espuma después de que Alejandra Prat comentara en el programa de Sonsoles Ónega que un tiktoker, el mismo que adelantó el embarazo de María Pombo, aseguraba que la hija de Isabel Preysler esperaba su primer hijo. En el caso de la influencer resultó ser cierto pero en esta ocasión, Íñigo Onieva nos despeja las dudas: “No es verdad”, así de sencillo y contundente.
Lo que sí harán será las maletas. Porque tienen mudanza. Tras vivir juntos y abandonar el hogar común por la ruptura el pasado mes de septiembre, Tamara Falcó e Iñigo Onieva no han querido esperar a junio para volver a dormir bajo el mismo techo. Lo tienen todo organizado para mudarse en solo dos o tres semanas.
Se trata de una pre-luna de miel pues, tal y como han asegurado ellos mismos, atraviesan ahora su momento más dulce tras los meses más duros. Tamara e Íñigo quieren su espacio no solo por romanticismo e intimidad sino también por una cuestión de practicidad: será más rápido organizar la boda si pasan más tiempo juntos.
Y es que la hija de Carlos Falcó y su novio apenas tienen cinco meses para calcular al detalle el día más importante de sus vidas. Tal y como adelanta Informalia a principios de enero, será el 17 de junio en el palacio El Rincón, propiedad de Tamara y su hermano Manolo Falcó, que ejercerá de padrino del enlace. La madrina será Carolina Molas, madre de Iñigo. Los novios ya han elegido también la firma que se encargará de los adornos florales y los estilistas que ayudarán a Tamara con su vestido nupcial: Blanca Unzueta y su gran amigo Juan Avellaneda.
La casa a la que planean mudarse y donde comenzará su vida como casados puede ser aquel ático con piscina privada valorado en 1,5 millones de euros y que está muy cerca de Villa Meona, la casa de Isabel Preysler. Tiene 186 metros cuadrados y cuenta con dos terrazas, tres cuartos de baño de estilo minimalista, salón comedor, dos salitas independientes y cocina de última generación, entre otras estancias. Otras fuentes apuntan a que residirán en el madrileño barrio de Justicia, el favorito de Onieva.