Tamara Falcó ha sido rotunda en su valiente e inteligente reaparición. La marquesa de Griñón ha dicho que ve “imposible volver con Iñigo”, pero él no se resigna a una ruptura definitiva. Una persona de su círculo de amistades desvela a Informalia que “está convencido de que, cuando pase todo este ciclón, las cosas volverán a su cauce y recuperará a su novia”. Nos insisten en que está “muy arrepentido” de su infidelidad y aseguran que “ha aprendido la lección”. Iñigo Onieva determinado a no cometer el mismo error. “Sabe que ahora mismo la situación es irreversible, pero no cejará en su empeño de reconciliarse”.
Estas informaciones, procedentes de su entorno cercano, sorprenden mucho porque o vive en otro planeta o no quiere darse cuenta de que Tamara ha dejado muy claro que no quiere volver a verle y que no le caben en su cabeza los cuernos ni la mentira. La hija de Isabel Preysler habla en pasado de la relación: “Estaba enamorada”, ha dicho. “El cariño que le tenía…”, comentaba en el photocall al que ha asistido en el Teatro Real. Su presente y su futuro están completamente distanciados de Iñigo Onieva.
En el entorno familiar de este último intentan que no se le considere “el malo de la película”, por eso, su propia madre, compungida, manifiesta que tanto su hijo como el resto de la familia están “muy mal”. Una fuente relacionada con los Onieva revela que “la madre de Iñigo le censuró sus infidelidades el pasado fin de semana, pero claro, no iba a reconocerlo a los reporteros que la pillaron en la puerta de su chalet”.
Ahora falta por ver si este culebrón influye o no en las actividades profesionales del empresario. Su poca credibilidad y su fama de haber protagonizado varios engaños sentimentales pueden pasarle factura.