Pese a que Tamara Falcó ya ha borrado todo rastro del aspirante a marqués en redes sociales, Íñigo Onieva no está dispuesto a renunciar tan fácilmente al ‘amor de su vida’. El empresario de la noche se ha reunido con los responsables de la joyería donde compró el anillo de compromiso y sus directrices han sido claras.
Ha pedido que “custodien y transformen” el anillo que le regaló a la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó. Ha sido muy claro en sus intenciones porque no ha perdido la esperanza con la marquesa de Griñón. Que lo “custodien temporalmente”, insistió.
Según publica la revista, se reunió con dos empleados de la joyería en un hotel de Madrid. Lo hizo un día después de dar ‘la cara’ en público para mostrarse nuevamente arrepentido por sus errores. En esa intervención, nuevamente le pidió perdón a Tamara en público.
Después, hace unos días, se fue de viaje con su madre a Estambul para ahogar las penas y pasar desapercibido entre el bullicio. Algo que en España no consigue desde el pasado 23 de septiembre, cuando se difundió el vídeo de su beso con otra mujer en un festival de Florida.
Esta semana, además, anunció medidas legales a raíz de una serie de “informaciones difamatorias y carentes del más mínimo rigor periodístico con la única finalidad espuria de obtener popularidad y lucro económico”. La primera advertida ha sido Alexia Rivas, que aseguró el pasado fin de semana que Onieva había sido desleal a la ganadora de Masterchef con una amiga común, Mimi Monzón.