Después de desvelarse la portada y los detalles, y secretos de la boda del año, Tamara Falcó ha concedido a la revista ¡Hola! su primera entrevista como mujer casada.
En ella, la marquesa asegura que lo primero que pensó camino del altar fue en lo «afortunada» que era. Su momento más emocionante fue el de la bendición, señala.
Además, revela que no ha sentido muchos nervios esta semana, sino que ha estado muy emocionada, muy sensible. Tampoco le ha sobrepasado la presión. «Lo tenía muy claro. También he estado en casa de mi familia y en la Buchinger, que es como un remanso de paz». Además, señala que ha rezado «bastante». «Quiero que el matrimonio dure para toda la vida y que sea muy bonito«. Además, Tamara revela que han hecho un curso prematrimonial de cinco meses.
Sobre la ausencia de su hermano Enrique Iglesias, comenta: «Para mí, ese día es mucho más. Es un Sacramento. pero cada uno de nosotros tenemos nuestras heridas, nuestras situaciones. No entendí sus motivos, pero lo respeto«, señala la marquesa.
Preguntada sobre si la boda es el triunfo del amor, responde: «Eso desde luego. Nos hemos casado y hay una frase que se repite: ‘lo que ha unido Dios que no lo separe el hombre’, y está llena de significado».
También revela que le ha costado perdonar a Íñigo Onieva sus deslealtades, pero quiere pensar que tiene confianza en él. «Hay un pasado, pero bueno, pasado pisado«, señala. «Me siento muy afortunada teniéndole a mi lado».
De su ya marido, destaca: «Es muy alegre, cariñoso y superatento con todo el mundo. Siempre quiere que todo el mundo esté bien. Pero también es un poco burro», dice entre risas.
De la relación entre él y su madre, señala: «Creo que han hablado. A él siempre le ha sorprendido el corazón que tiene mi madre y lo comprensiva que ha sido con todo».