Los Falcó-Preysler no son los únicos que se sienten avergonzados y humillados por el ‘alegre’ comportamiento de Íñigo Onieva. La familia del empresario nocturno se encuentra entre la espada y la pared y sale del paso como buenamente puede: «Estamos todos muy tristes», ha dicho este lunes Carolina Molas, madre del ingeniero.
A las puertas de su casa, la que iba a ser suegra de Tamara Falcó ha asegurado que están siendo momentos muy difíciles, especialmente para su hijo: «Él está mal, todos estamos mal». Un discurso bien distinto al que pronunciaba hace tan solo tres días, cuando se manifestaba sobre el compromiso matrimonial de su hijo con la marquesa: «Estamos muy contentos. Ella es maravillosa y estamos encantados de tenerla en la familia».