Clara-mente, Chía no es amiga de los fotógrafos. No le gusta la popularidad ni el interés mediático que despierta su relación con Gerard Piqué y ni si quiera en un día tan importante y bonito como es una boda familiar ha querido bajar la guardia. El ex futbolista del Barça y su novia han llegado a la iglesia donde su hermano, Marc Piqué, le ha dado el «sí, quiero» a María Valls y lo han hecho esquivando obstáculos como auténticos ninjas.
El ex de Shakira, que mide 1,94 cm., le ha hecho un escudo a Clara para protegerla de los objetivos de las cámaras y ella, que no se ha quitado las gafas de sol en ningún momento, se ha refugiado detrás de su chico para lograr su objetivo. Sí hemos podido ver que iba vestida con un modelo de punto dorado en tirantes y corte recto.
Más simpática y relajada se ha mostrado la madrina, Montserrat, que llegó a la iglesia acompañada por su marido, Joan Piqué. La co-directora de la Fundación Instituto Guttmann para el Daño Cerebral iba muy guapa con un dos piezas formado por blusa con lazada y falda de volantes decorada por bordados de pedrería y lentejuelas.
Marc Piqué y María Valls tenían previsto darse el «sí, quiero» en 2022, pero el enlace se retrasó por la ruptura sentimental entre Gerard y Shakira y toda la polémica que les persiguió. A pesar del tiempo transcurrido, los pequeños Milan y Sasha no han acudido a la boda de su tío, al que estaban muy unido, pues su madre no lo ha permitido. La ceremonia religiosa dio comienzo a las 18:00 h. de la tarde de este viernes y el lugar elegido para el banquete fue la casa de los padres de María Valls, una lujosa finca de 4.300 metros cuadrados al lado del Golf de Llavaneres, donde todos los invitados podrán disfrutar de una fiesta hasta bien entrada la madrugada.