Celebridades de todo el mundo se reunieron este sábado en Riyadh, la capital de Arabia Saudí, para la gala de los Joy Awards. Una de las invitadas estrella fue Georgina Rodríguez, que acudía a su primera alfombra roja en el país en el que ha empezado una nueva vida junto a su familia tras el fichaje de Cristiano Ronaldo por el equipo de fútbol Al-Nassr.
La de Jaca impuso glamour con un vestido de uno de sus diseñadores favoritos, Ali Karoui. El diseño de terciopelo en azul cobalto y escote palabra de honor parece evocar la época dorada de Hollywood. Era ceñido hasta la cintura y caía ligeramente hasta el suelo para crear una cola de sirena.
La modelo cubrió su cabello y los hombros con un velo, una pieza tradicional que usan las mujeres en el país. Además, le añadió al look unos guantes largos del mismo color del vestido. A modo de anécdota, Georgina desveló que el vestido se confeccionó «en menos de 24 horas».
Como es usual en ella, sumó algunas extravagantes (y exclusivas) joyas que, por supuesto, no están al alcance de todos. Especialmente el collar de diamantes que destacaba en su pecho. Según la prensa local, este diseño, hecho en Arabia Saudí por la firma Kooheji, tiene un precio de 2 millones de riales saudíes, lo que equivale a 533.000 dólares estadounidenses.
Sobre el look, sus más de 40 millones de seguidores en Instagram no tenían nada malo que decir. No así sobre su nivel de inglés. La novia de Cristiano concedió una breve entrevista en la alfombra roja y, a juicio de los internautas, suspendió porque «no se le entiende». «Muchas gracias. Estoy muy feliz por el cariño de la gente y os mando también mucho amor para cada uno de vosotros. Esto es un sueño. Amo Saudí, a mi familia y a mi equipo», dijo (en inglés). «Georgina Rodríguez hablando en inglés me recordó a mí misma cuando tenía 14 y tenía que exponer en clase de inglés», se lee en Twitter.