La futura madre del sexto hijo de Bertín Osborne no puede más con la presión mediática que se ha puesto sobre ella tras conocerse la noticia de su embarazo hace unos días. Gabriela Guillén, que está de baja laboral, ha emitido un comunicado a través de sus abogados para pedir “respeto” y que “se paralice el acoso”.
“Respetando el derecho y la libertad de información de la prensa, creemos se están rebasando todos los límites admisibles ante el acoso, vulneración al derecho de intimidad de Doña Gabriela, que no puede salir a la puerta de su casa sin ser abordada por los periodistas e incluso, sin libertad de movimiento al ser perseguida por vehículos de la prensa, con el peligro consecuente”, detalla el documento del despacho de abogados Cantalapiedra.
Toda esta situación, según explican, le está afectando tanto física como emocionalmente: “Este acoso está afectando seriamente a la salud de doña Gabriela y a la de su hijo, que está recibiendo tratamiento médico por este motivo y causando su baja laboral”. La fisioterapeuta pide “respeto” y que “se paralice de inmediato este acoso”. En caso de persistir, aseguran que se verá obligada a solicitar “el auxilio de los Tribunales”.
Hace unos días, la revista Semana llevaba a su portada unas imágenes de Guillén llorando desconsolada tras salir de una revisión médica. La paraguaya, en su cuarto mes de gestación, arrastra mucho estrés desde que vio la luz la noticia de su embarazo y las declaraciones de Chabeli Navarro han sido la gota que ha colmado el vaso. “Tenía muchos dolores en el vientre, mucha ansiedad y por la noche estuvo a punto de llamar a una ambulancia. Le han dado la baja laboral porque no puede continuar trabajando así”, contaba su amiga Raquel Arias en Telecinco.