La reconciliación de Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (33 años) está en boca de todos, y no por sorprendente, sino porque todo lo que tiene que ver con la hija de Isabel Preysler y esta historia de amor con traiciones, infidelidades y otros detalles jugosos lleva siendo el ‘salseo’ favorito desde finales de verano. La marquesa de Griñón y el ingeniero se han dado una segunda oportunidad después de tres meses de paréntesis. Un ‘milagro de Navidad’ confirmado por la hermana de Ana Boyer y que ahora abre importantes incógnitas como: ¿Dónde vivirán?
Una reconciliación, después de la tormenta mediática que la ha atravesado, necesita sus tiempos. Pero Tamara e Íñigo podrían haber decidido reanudar su relación donde la dejaron: en su compromiso nupcial y viviendo juntos. El joven empresario se ha ido a vivir recientemente a un acogedor y moderno piso, pero también tiene todos los números el espectacular y exclusivo ático de 1,5 millones que la marquesa se compró en 2020. Entramos en esta vivienda de obra nueva que tiene acabados de lujo, piscina y está en una de las mejores zonas de Madrid.
Un residencial en una de las zonas más exclusivas de Madrid
Este exclusivo complejo de pisos está en Puerta de Hierro podría ser el nuevo hogar de Tamara Falcó e Íñigo Onieva tras su sonada reconciliación. Cuenta con espacios comunes que incluyen piscina, spa, gimnasio y zona social ‘gourmet’, tal y como se detalla en la web de Kronos Homes, responsables de la creación de este proyecto.
Bajos con grandes ventanales y salida directa a la zona ajardinada
La vivienda de la marquesa de Griñón se encuentra en el último piso, un ático de 1,5 millones que adquirió en 2020 y no fue hasta junio del año pasado que recibió las llaves. Los apartamentos bajos tienen un pequeño jardín al que se puede acceder directamente por el salón. A pesar de su espectacularidad, es el piso más barato. 609.000 euros, tres dormitorios y dos baños que se reparten en 121 metros cuadrados
Un salón diáfano y moderno con salida directa a la espectacular terraza
El ático propiedad de la hija de Isabel Preysler es el apartamento más espectacular de todo el residencial, y, también, el más caro, pues vale 1.543.000 euros. Falcó e Íñigo podrán disfrutar de los preciosos atardeceres de Madrid desde una terraza que es un sueño y que invita a relajarse. En su interior, los últimos rayos del sol bañarán las estancias de su particular ‘castillo’ a todas horas. Las cenas en su presumible nidito de amor prometen ser espectaculares.
Despertarse todos los días con vistas a la ciudad
Dormirse contemplando el bullicio de Madrid a lo lejos, y despertarse rodeada de naturaleza, ¿es o no es un verdadero lujazo? Así será en uno de los cuatro dormitorios de los que se compone la casa de Tamara Falcó. El residencial está ubicado en una zona tranquila, con el Monte de El Pardo y la Dehesa de la Villa al lado, pero con la suerte de tener muy cerca el centro de la capital y todos sus eventos.
En ‘MasterChef Celebrity’, Tamara Falcó encontró su vocación: la cocina. Y para una ‘chef’ formada en la prestigiosa escuela Le Cordon Bleu una cocina perfectamente equipada y con los electrodomésticos de alta gama es esencial. La de su nuevo hogar cumple con los requisitos. Diáfana, de concepto abierto, funcional y enfocada al almacenaje y a la libertad de movimientos del usuario seguro que disfruta elaborando deliciosos platos allí.
No tendrá tantos baños como tiene la casa de su madre, pero tampoco va escasa. En el espectacular hogar de Tamara hay 3 cuartos de baños como este que se muestra en la web del proyecto. La marquesa retrasó su mudanza porque realizó algunas reformas para poner la vivienda a su gusto y no se ha llegado a saber si ha cambiado el concepto minimalista de los baños.
Las zonas comunes, perfectas para relajarse o mantenerse en forma
En el precio de la vivienda van incluidos dos garajes y un trastero, así como un montón de zonas comunes de alto lujo, como este spa. Que no será la queridísima Buchinger de Tamara, donde hace sus tratamientos detox (por recomendación de Mario Vargas Llosa), pero ni tan mal para relajarse tras una agotadora semana de trabajo.