Las altas temperaturas y la sequía han convertido a nuestro país en un lugar con un altísimo riesgo de incendios forestales. Y eso es lo que ha sucedido en los aledaños del chalet El Manantial, en la mallorquina Costa de los Pinos, propiedad de la familia García Obregón. Unos rastrojos empezaron a arder justo al lado de la casa y una espesa columna de humo se alzaba hacia el cielo amenazando el chalet en el que Ana Obregón (68 años) ha estado pasando unos días de vacaciones junto a su nieta Ana Sandra.
El fuego se inició sobre las dos y media de la tarde. Afortunadamente, enseguida se dio la voz de alarma y tanto la policía local de Son Servera, como los bomberos de Mallorca y la Guardia Civil acudieron a apagar el fuego que, por suerte, no llegó a mayores. Aunque todavía se está pendiente de las investigaciones, parece que el fuego habría comenzado por culpa de la colilla de un cigarrillo que algún insensato o insensata arrojó a esos matorrales, según informó el periodista y fotógrafo Julián Aguirre. Cuando los servicios de emergencia llegaron al lugar, no encontraron a nadie por las inmediaciones, por lo que va a ser complicado atrapar al responsable.
El chalet El Manantial está flanqueado por un extenso pinar que desciende por el acantilado y entre las rocas hasta el mar. Sin duda, es una zona que, por la sequía y el tipo de vegetación existente, es altamente combustible por lo que arrojar una colilla o encender un fuego de manera incontrolada es un delito muy perseguido con penas de hasta seis años de cárcel.
Ana y su nieta no estaban ya en la casa
Ana Obregón y la niña no se encontraban ya en El Manantial, ya que la actriz y presentadora había volado ya a Madrid donde esta mañana acudió al colegio electoral para ejercer su derecho a voto. Ana estuvo acompañada de su hermano Javier y fue ella misma la que tranquilizó a todos con respecto al tremendo susto de ese incendio que, de haber pasado a mayores, podría hacer puesto en peligro el chalet que construyó el patriarca, Antonio García, en los años 60, y que se convirtió en el refugio familiar durante todos estos años.
Años después, tanto Amalia como Celia se hicieron sendas casas en la misma urbanización, mientras que Javier también adquirió otra casa durante su matrimonio con Paloma Lago. Solo Ana fue la que se quedó en El Manantial, donde pasó veranos muy felices junto a sus padres y, sobre todo, con su hijo Aless, fallecido en marzo de 2020, con solo 27 años, de cáncer. Este verano, Ana regresó a El Manantial con su nieta, pese a que inicialmente se dijo que alquilaría una casa por la zona.
«Gracias a Dios no ha sido nada», ha dicho Ana
Ya en Madrid, Ana atendió a los medios a la salida del colegio electoral. «Gracias a Dios no ha sido nada. Todo está bien«, ha dicho Ana con respecto al tremendo susto que, en principio, supuso el pequeño incendio que se produjo al lado del chalet. «No estábamos ya en la casa, ya estábamos en Madrid, no queríamos que algo sin importancia nos estropeara las vacaciones», añadió. Ana, que fue a votar acompañada de su hermano Javier, también habló de lo «maravilloso» que está siendo este primer verano con su nieta Ana Sandra, que ha cumplido ya cuatro meses y es la alegría en la vida de la actriz y presentadora.