Discreta, con la mirada tímida y buscando el apoyo de su hermano Pablo. Así ha aparecido Irene a la salida de la Catedral Metropolitana de Atenas, donde ha tenido lugar la misa funeral en memoria de Constantino II, hermano de la reina Sofía.
Hace mucho que no veíamos a Irene. Y menos, en un acto público. La benjamina de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, de 17 años, alcanzará la mayoría de edad el próximo mes de junio. Irene está cambiadísima. Como su prima, la princesa Leonor, se ha hecho mayor. Ha asistido a las celebraciones fúnebres en homenaje al hermano de su abuela Sofía. Con ella, estaban sus tres hermanos, Juan, Pablo y Miguel, y su madre.
Han llegado todos juntos a la seo ateniense. La comitiva de la familia real iba encabezada por don Juan Carlos, que caminaba con ayuda de un bastón al lado de su esposa. Irene se encontraba en la última fila del grupo. Tímida y buscando apoyo, a la salida de la misa se ha agarrado de su hermano Pablo, de 22 años. Pablo, volcado en su carrera deportiva en el Barcelona de balonmano, ha demostrado en varias ocasiones su saber estar y su serenidad delante de las cámaras de televisión. Con sus palabras y modo de actuar ante la ruptura matrimonial de sus padres se granjeó el aplauso de los medios y de las redes sociales. Este lunes 16 le ha servido a su hermana de guía y de apoyo. Irene llevaba un abrigo corte oversize, que ha combiando con medias tupidas negras y zapatos de tacón block.
También hemos visto a Victoria Federica. La influencer, hija de la infanta Elena, ha escogido una americana y una falda midi plisada. De complementos, unas botas negras. Junto a ella, estaba Froilán, que hace unos días habría viajado a Abu Dabi para estar con su abuelo Juan Carlos I, a quien está muy unido.