El próximo 6 de julio, Rocío Carrasco y Antonio David Flores tendrán que verse las caras en sede judicial, a raíz de la demanda que la hija de Rocío Jurado interpuso contra su exmarido por un supuesto delito de insolvencia punible. Le acusa de haber ocultado su patrimonio para evitar pagar los 60.000 euros que le debía tras ser condenado por no abonarle la correspondiente pensión de su hijo David, facturando sus trabajos en televisión y diferentes medios de comunicación a través de terceros, como la empresa Maita y Paíto, S.L., de la que Olga Moreno era administradora única.
Como estrategia de defensa, el equipo legal de Antonio David Flores solicitó que su hijo David, ya mayor de edad, testificara en el juicio para convencer al magistrado de que él era el verdadero receptor de la pensión que nunca se pagó, y no su madre. Sin embargo, tal y como publica la revista “Lecturas”, el juez ha rechazado la intervención del hermano de Rocío Flores a lo largo del proceso. De este modo, el otrora guardia civil pierde uno de los principales apoyos con los que pensaba demostrar su inocencia.
Pero no ha sido el nieto de “La más grande” el único apartado del caso, sino que Olga Moreno ha corrido su misma suerte. La andaluza había sido llamada como testigo por los abogados de Rocío Carrasco, pero la petición también ha sido desestimada porque el instructor entiende que las pruebas documentales aportadas son más que suficientes.
En su día, se comentó que una de las razones por las que Olga Moreno y Antonio David Flores no se divorciaban obedecía a esta causa pendiente del malagueño con la Justicia, pero ahora que la empresaria no tiene nada que ver, la oficialización de su separación podría acelerarse. Sobre todo, teniendo en cuenta los conflictos que últimamente ha protagonizado la familia y que alejan del todo a Moreno del clan.