La vuelta de Ana Obregón a España junto a su hija nieta empieza de desmontar partes del relato que la presentadora nos ha estado contando desde Miami, donde nació Ana Sandra el 20 de marzo gracias a una gestante contratada para traerla al mundo. Uno de los temas más peliagudos es su actual relación con Alessandro Lequio, pintada por la bióloga como fluida y positiva pero no por el padre de Aless Lequio y supuesto abuelo ‘a la fuerza’ de la bebé.
Ana Obregón siempre dio a entender que todo estaba bien con su ex, y que el aristócrata fue poco menos que su cómplice desde el principio en su propósito de ser madre y a la vez abuela usando para ello el semen conservado de su propio hijo, fallecido hace tres años.
Lequio jamás ha confirmado que Aless le manifestara que ser padre después de fallecer fuera su deseo, como sostiene su madre. Ana Obregón sin embargo ha justificado la llegada al mundo de Ana Sandra Lequio explicando que ella está cumpliendo lo que le pidió Aless en su lecho de muerte con Lequio como testigo. Pero el único testigo no confirma haber escuchado tal cosa.
Es más, aunque el italiano se resiste a ser más contundente, todas las señales enviadas desde su silla en El programa de Ana Rosa o en sus contadas declaraciones a la prensa van en dirección contraria. Dijo que a él le gustan los niños, recalcando con visible intención que no los de otros: «Me gustan los míos», subrayó.
Tampoco quedó duda de la posición de Lequio cuando le preguntaron si la hija nieta de Obregón lleva su apellido: «Creo que es nombre», dijo, corroborando la exclusiva adelantada por este portal. Y cuando le preguntaron por si iría al bautizo de la niña tampoco mostró aproximación con la madre de la pequeña. De hecho, fuentes del entorno del bisnieto de Alfonso XIII aseguran que no estará presente y ni siquiera cederá el traje de cristianar en poder de Lequio, usado por Juan Carlos I, y por Ginevra, la hija de María Palacios y el aristócrata, bautizada con ese traje en Roma, en el palacio de los Torlonia.
La última intervención pública de Lequio abunda aún más en la visible distancia que le separa tanto de Ana Obregón como de sus polémicas decisiones, que le han implicado aparentemente en contra de su voluntad. La actriz dijo hace semanas preguntada por su relación con Lequio que hablaban «todos los días» y ahora sabemos por boca del italiano que es otra falsedad de la bióloga, dado que Alessandro ha dejado muy claro que ignoraba que Ana llegara a España este miércoles.
La polémica acompaña a Ana Obregón, que inicia de nuevo una gira mediática de gran calado. El domingo 11 de junio estará firmando ejemplares del libro que escribió, incluyendo algunas páginas redactadas por su hijo. También prometió a Pablo Motos que pasaría por El Hormiguero y Bertín Osborne cuenta con ella para levantar su programa de entrevistas en Telecinco, cuyos datos de audiencia son tan bajos que en Mediaset se considera un estrepitoso fracaso.