El desparpajo y la frescura de Ana Luque durante su defensa de Olga Moreno en su paso por Supervivientes la convirtió en uno de los grandes descubrimientos del año. La cadena vio el potencial de la malagueña frente a las cámaras y apostó por ella para la edición del mismo reality del año siguiente. Una andadura televisiva que finalmente no ha sido lo exitosa que se esperaba y que ha terminado con su relación de amistad con la expareja de Antonio David Flores.
Luque asegura este miércoles en la revista Lecturas que no se ha sentido apoyada por su amiga durante su estancia en Honduras, algo que le ha decepcionado. Pese a que Olga Moreno estaba inmersa en un complicado proceso de separación y estaba viendo como el padre de su hija rehacía su vida Marta Riesco, Ana Luque cree que tendría que haber acudido a los platós de televisión para defenderla.
“Nos da mucha pena esta situación, queremos mucho a Olga, pero ya está bien de victimizarla“, dice en la citada publicación sobre la nula relación que su familia mantiene con la de Málaga desde que regresó del reality. “La gente dice: ‘La pobre’. Es una luchadora, pero no es la primera que tiene una situación familiar difícil, que a mi madre se me murió también”.
Dice que en muchas ocasiones “no se ha valorado lo suficiente” lo importante que fue su ayuda en la victoria de Olga Moreno en Supervivientes: “He tenido que ir a defenderla cuatro meses. ¡Nadie lo ve! Dejé aquí a mis niñas y mi marido y me lo he pagado todo. Me he dejado mi sueldo, me he gastado lo que no está escrito. ¡Todos los días un modelito para ir impecable! Yo era el espejo de ella en plató y quería que se sintiera orgullosa de mí“, narró sobre la época en la que ejerció de defensora y donde mostró su buena sintonía con Jorge Javier Vázquez, algo que no habría gustado a la familia de Olga.
A ver que Olga no se ha pronunciado sobre su paso por Honduras, ni la ha llamado para felicitarla, Ana Luque asegura sentir una “gran decepción” con la que un día fue una de sus mejores amigas: “En cuatro meses no ha habido una llamada de nadie de la familia para alentarme. Solo alguna vez me llamaron para criticar porque, según ellos, había metido la pata”.