Ana Obregón quiere volver a su rutina, pero hay algo que le hace más especial ilusión: presentar a la pequeña Ana Sandra a sus seres queridos. Instalada en la madrileña urbanización de La Moraleja, está recibiendo muchas visitas, eso sí, todavía no se ha visto a Alessandro Lequio por las inmediaciones de su casa. A pesar del vínculo genético que tiene el bebé con su hijo, Aless Lequio, el colaborador de televisión necesita sus tiempos. Si bien en un principio optó por mantenerse en silencio y mostrarse un tanto frío, de repente ha cambiado su tono al hablar de la niña. Con mucha más delicadeza, Alessandro se ha dirigido a ella, cayendo rendido a los encantos de su nieta. «La niña es muy bonita, hay que decir la verdad», reconocía este jueves. De momento, solo la ha visto en fotos, imágenes en las que ha podido apreciar su rostro así como la dulzura que transmite.
Aunque no ha querido entrar a valorar si el bebé se parece a Aless Lequio y ha preferido echar balones fuera, Alessandro ha sorprendido a los espectadores por mostrar una actitud más conciliadora con la situación. «Soy muy malo con los parecidos, para mí todos los niños son iguales», deslizaba. Era poco después cuando dejaba una puerta abierta a conocerla y a acercar posturas con ella, una relación que se desconoce a dónde llegará. «Yo quiero paz, tranquilidad, relax, silencio, no quiero ruido. Ahora no es el momento. Tengo una familia con la que estoy feliz, tengo una hija que tengo que cuidar y educar. Focus con mi hija. El resto ya se verá», aseguraba en ‘El programa de Ana Rosa’.
Alessandro Lequio esta semana, justo cuando Ana Obregón volvía a España entre fuertes medidas de seguridad, le daba la bienvenida a su ex y también a su hija adoptiva. «No tenía ni idea de que llegaba hoy, pero bienvenida», respondía ante las preguntas de sus compañeros. Ni una palabra más al respecto, siendo hace tan solo unos días cuando se cerró en banda cuando le planteaban la posibilidad de tener un acercamiento con la niña. «¿Te apetece conocer a esta niña?», le dijo Cristina Tárrega, a lo que él respondió de una forma muy escueta: «Me gustan los míos».
Han pasado 2 meses y medio desde que saltó la noticia de que Ana Obregón se había convertido en madre a los 68 años. La niña nació en el Memorial Regional Hospital de Miami el pasado 20 de marzo, momento que cambió para siempre la vida de la actriz. Una hecatombe, esta vez para bien, que le ha hecho sonreír de nuevo, según explican las hermanas de Ana ante las cámaras. Por el momento tanto sus hermanos como sus sobrinos y el resto de su familia es quien está teniendo la oportunidad de compartir tiempo con ella, una maternidad inesperada para muchos que inevitablemente ha provocado opiniones para todos los gustos.