Hace más de dos meses que Jorge Pérez no aparece en televisión. Su (más que) tonteo con Alba Carrillo la noche de la fiesta de Navidad de Unicorn, la productora de Ana Rosa, le acabó alejando de los platós para borrarse del foco mediático, explicar la verdad de su presunto momento sexual con Alba y arreglar la situación conyugal tras el escándalo. Pero Jorge cada día tiene más cerca su vuelta a la pequeña pantalla. Según indican a Informalia fuentes de toda solvencia, el ex guardia civil está en conversaciones muy avanzadas con la productora de Supervivientes para estar en los debates de la nueva edición. El punto más conflictivo del contrato y que Jorge exige que se incluya es que bajo ningún concepto se le pregunte sobre su historia con la ex de Feliciano López, porque no está dispuesto a entrar al trapo. De hecho, Jorge ha perdido contratos muy atractivos con revistas y colaboraciones en diferentes programas de Telecinco por negarse a hacerlo.
Él y su mujer, Alicia, tienen claro que cuanto menos se trate el tema antes zanjarán la crisis que vivieron y volverán a ser una familia ‘perfecta’. Pero tampoco están dispuestos a arriesgarse a perder la batalla judicial que han iniciado con Alba Carrillo y Marta López por, según ellos, contar detalles más que escabrosos (y supuestamente inventados) de su hipotético encuentro en casa de la contertulia de Ya es mediodía.
Y este es el motivo por el que pone la condición de no hablar de aquel affaire. Él ha emprendido una batalla legal y sus abogados le han recomendado que no haga declaraciones sobre lo que ocurrió aquella noche porque podría perjudicarle. Y Jorge está cumpliendo a rajatabla esas indicaciones. Hasta donde sabe este medio, ha rechazado numerosas propuestas de sentarse a hablar de todo aquello y de cómo se encuentra su situación con su mujer. Tanto de varias revistas como de los programas de Telecinco. Pero hasta ahora se ha mantenido férreo y ha rechazado importantes cantidades económicas, lo que se suma al dinero que ha dejado de facturar al retirarse de la televisión.
Todo empezó en la fiesta de Navidad que ofreció la productora de Ana Rosa, donde Jorge y Alba colaboraban. Allí, los hasta entonces compañeros de trabajo comenzaron a acercarse y tontear hasta el punto de besarse o al menos rozarse los labios. Todo fue grabado por muchos de sus amigos y compañeros de programa y solo un día después las imágenes se emitieron en el programa Fiesta, de dicha productora, donde ambos colaboraban de manera puntual. Allí apareció Jorge y contó una versión de los hechos que supuestamente fue acordada por Alba, Jorge y Marta. Pero como era de esperar todo saltó por los aires cuando Alba y Marta empezaron a pasearse por los diferentes platós para dar todos los detalles y negando la versión del ex guardia civil.
Jorge, entonces, decidió encerrarse en su casa en compañía de su mujer y de sus cuatro hijos para intentar reconstruir su matrimonio. Incluso se marcharon fuera de Madrid, donde hacía un año que se habían mudado dadas las múltiples colaboraciones en televisión del ex guardia civil. Según sus personas más cercanas, en estos meses lo ha pasado fatal, ha adelgazado mucho y se ha centrado en convencer a Alicia de que es el amor de su vida. Sin embargo, al contrario de lo que ha dicho, en cuanto estuvo más estable, quiso volver a la tele. Pero, como es lógico, los programas le pedían que hablara del tema estrella. Él no quiso. Ahora parece que ha encontrado el lugar donde no tendrá que hablar de cómo terminó su tonteo con Alba Carrillo: los debates de Supervivientes. O eso le han dicho. Porque en cuanto se ponga delante de Jorge Javier ya se encargará este de preguntarle y tirarle de la lengua. Todo sea que él no quiera coincidir con el presentador catalán.